Hace calor y el tordo chaqueño pía y pía en la jaula, hasta que lo sacan y se sube a la cabeza de alguno, se sienta, se acomoda y se quiere ir a dormir.Son las siete de la tarde y todavía hace calor.
Esperamos ya sentados a que vengan a buscarnos, sintiendo el cedrón y el romero cerca, escuchando uno que otro auto en la ruta que va para el pueblo, tocando toda colorada la tierra, creyendo que todos los domingos tendrían que terminar así.
5 comentarios:
le he devuelto la atención. saludos.
gracias, qué bueno.
saludos!!!
los domingos tendrian que terminar amables, rosados, rozagantes, fragantes, impolutos y bien dormiditas sus respectivas siestas
que hermoso!!!
que lindo vivir muchos dias asi!!!
rojos atardecer
hierbas
olores
pasto
brisa
y buenas palabras
muchos besos circenses!!
no saben qué lindo el cerro colorado en febrero, todo todito lleno de espinillos, de colores naranjas y celestes en el cielo, lleno de la gente querida, de risas, de arroyito y mate.
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