domingo, 6 de mayo de 2007

Monólogo robado.


Esto me contó un día antes de irse a dormir, el domingo que no se presentó en ése festival mestizo que organizaban por acá porque no se habían vendido las entradas adelantadas suficientes. Esto me contó en sueños, o lo inventé y lo puse en su boca, que a veces es lo mismo.

A él le parecía que lo miraba...le parecía, le parecía. Y por las dudas, por si era para él, le dedicó una reverencia. Los dos, vos y yo, me dijo, sabemos que las sonrisas no son gratis, que dedicarlas no es inocente, que mantener la mirada más de dos segundos trae consecuencias. Por eso, antes de que esa nochecita de carnaval se acabara, la buscó entre el público. La buscó porque ella le había enviado esa sonrisa. Se trató de armar de coraje y se acercó, porque la descubrió bailando casi a su lado. Le dijo, "cómo te va". Ella lo miró, lo miró a los ojos y descubrió que eran de un color raro. Eso al margen. Al margen digo, porque me contó que lo único que hizo fue responderle con indiferencia "bien" y darse la vuelta.
Le dijo "bien" y lo dejó como si nada.
Nuevamente la muchacha se perdía entre la gente, se mezclaba entre los trajes, se llevaba su sonrisa dibujada entre el eco de los bombos.

Lo que no sabemos con certeza es qué pensó ella.
Yo creo que se debe haber quedado pensando toda la noche.

11 comentarios:

luks dijo...

muy linda la historia.pude imaginarme los personajes,la música de fondo, y hasta esa rambla montevideana donde 'algunos tiraron su corazon como si fuera una red, para que pesque los deseos que cayeron al río' como dice fer cabrera.
muy grata lectura puntillos suspensivos

Verónica Cento dijo...

Hola Sole!

Me encantó el texto, ¿tiene una segunda parte o nos vas a dejar así imaginándonos qué pudo haber pensado la muchacha?

me gustó mucho lo de la sonrisa perdida entre el eco de los bombos...

un beso y un abrazo

Anónimo dijo...

Se marcharía a pensar si la sonrisa había sido captada por quien debía, supongo.
Un abrazo.

quantum dijo...

Tus letras muestran que bien conoces el poder de una sonrisa. Un gusto conocerte, chica de los puntos. Gracias por tus palabras en mi espacio.

oyomepongoloco! dijo...

mmm... me gustó, me gustaba como venía. Me trasladaba al lugar, a la situación, a los personajes...
Menos los dos últimos renglones. Creo que la historia está buena, pero los dos últimos renglones me parecieron de más, y sin relación con lo anterior, ni en cuanto al fondo, ni en cuanto a la forma.

Perdón :( , pero sabés que no voy a ser obsecuente con vos, no?

Besos diva!

sole (...) dijo...

ayaaaaaaaa
graciasssss por los comentariosss!
y oyom, por diosssss, no me salude así q justamente ése no es un adjetivo que me represente jejeje.

::: dijo...

Bueno,
1º, no me gusta la gente que decide hacer la crítica (constructiva, seguramente) en este lugar.
2º, una sonrisa, puede ser. pero una mirada gratuita? seguro le dió vergüenza, por eso. pero seguro también se arrepintió.

Javi dijo...

pueblo mestizo?

sole (...) dijo...

sip.
pueblo mestizo.
me quedé con ganas del domingo, pero el sábado me deleité con drxler, aunq sea un ratito...

beso!

oyomepongoloco! dijo...

es verdad! tiene razón esa chica, la crítica, aunque constructiva, también es ñoña...

Perdón la ñoñez... :(

Cristina Cambareri dijo...

ché qué historia linda.
seguila, quiero ver cómo termina!
ahh, y a los hombres... ¡siempre les parece que "ella me mira, me mira y me mira"... aunque nada que verrrr, nada que veeeeeerrrrrrrr!

bessso