miércoles, 30 de mayo de 2007

Para seguir con los encuentros (en correlación con los vecinos blogósferos)

Ventanilla empañada, drexler al oído, la mochila en el piso del erre once, la tamse y el coletivero solamente con una camisa, con el frío que hace no se puede creer. Veinte minutos, veinte más faltan. Tanto tiempo. Tanto tiempo ché!. Justo en la mejor canción. La facu, todo bien?. Sí, sí, acá, con la tesis. Ya pasó la parte que más me gusta de "al otro lado del río". Qué bueno, me alegro que estés bien. Ah, mirá, justo, se desocupó el asiento éste. Qué bueno ché. Solamente pasaron dos minutos y medio. Vamos a poder seguir charlando los próximos diecisiete minutos y medio de lo que hicimos en estos últimos cinco años.

5 comentarios:

Verónica Cento dijo...

SOle, me gustó la manera de detaller ese encuentro, lindo, muy lindo!

seguí escribiendo, beso

maria a secas dijo...

peor es cuando te pasa que en los diesiete minutos y medio que quedan no tenes nada pero nada que quieras decir.....y al que te encuentra le parece que puede contartelo todoo....el pasamontañas es para aca tambien !!!jejeje heeeeeerrrmosoooo

luks dijo...

me dijeron una vez que cada encuentro sirve, significa, quiere deciRnos algo.

este sirvio para que lo escribas y uno se sienta el del siento de atras, observndo a su vez el silencio de la calle que rueda como un cinta moebius

lindoch

Teodoradorna dijo...

ahhhhhhhh, la vida pasa arriba del colectivo, muy logico sería enamorarse del chofer, aunque no lo creo posible (jijiji)

Teodoradorna dijo...

soleada me autoriza usted para llorar un poco. sniffffffffffff buaaaaaaaaaaaaaaa.